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MANIFIESTO



MANIFIESTO. 


Dibujá de noche. Como si fuese la última noche, aunque duela. Mejor si duele. Dibujá de día, con el sol en la cabeza. Insolate y dibujá alucinaciones violetas. Dibujalo todo. Tus pies, tus manos, el florero, el almendro, tu vecino, el chico de Mc Donalds en ese uniforme ridículo. 
Dibujà a tus amigos. Dejà rastros de quienes estuvieron a tu lado. Dibujá a la madrugada, sobre el papel higiénico, en el baño, en la cocina, con los dedos, en el aire. Dibujà ideas
Traducí en líneas.
No pienses o si pensas que sean como nubes, pensamientos que pasan.
No hables, silenciate. Hay algo en vos que grita y quiere hablar: Escuchalo.
Permitíte el error, equivocarte.
Entendelo como parte del camino. Como una parte jugosa que nos hace más humanos, nos desnuda a la intemperie.
Dibujá en la pieza, en el parque, en el cuerpo de un ser amado. Pero dibújalo todo,
todo.
Dibujate a vos mismo, para saber mas o menos quien sos y cuando te hayas hecho, dibújate de nuevo sobre el mismo dibujo pero con tu otra cara. Integrate. Permitìte que el dibujo te aúne.
Te encuentre.
Concentrate, poné atención y al rato, olvidate esto que te acabo de decir y mandá todo al diablo.
Experimentá, jugá, volá. Como si nadie te hubiese enseñado nunca las reglas.
Dibujà como si fueras nuevo, niño.
Como si recién entraras al aula y te ves solo. Con la luz apagada. Colocàs tus crayones sobre la mesa y de pronto, emanàs luz.
Dibujá a tu abuela en camisón, va a ser un buen recuerdo cuando ya no esté. Recogé los perfumes de los instantes bellos. Dibujalos como puedas. Como puedas va a estar bien.
Dibujá cuando alguien duerma, no te prives de ese sentimiento único que sabe a sueño, saliva y silencio.
Dibujá los asientos de los bondis y en tu cama.
Dibujá desnudo algún día y llenate de carbón las piernas y recorré un ambiente.
Dibujá con un block en el balcón. Animate al vértigo de perderlo todo. Y si así fuera, volverías a dibujar en otro soporte, no sería nada.
Olvidate de lo grave.
Dibujà en los vidrios empañados de los bondis, en los azulejos de un baño ajeno. Dibujá con las dos manos y sé parte de la sensación de sentirte virtuoso y sumamente inútil al mismo tiempo. Reíte, reíte de vos mismo, hacete flexible.
Dibujà con azul, con negro, con rojo. Sè consciente que podés elegir cambiar de birome cuando ésta ya no te satisfaga. Pero antes intentalo todo.
Dibujà los àrboles, comprendelos, tocà la corteza, agradecè el tacto.
Dibujá a un desconocido en el parque, hacelo con amor, luego regaláselo. No intentes retener los momentos, soltalos y compartilos.
Dibujá la sonrisa de tu tío. Cuando estés triste, el recuerdo de haberla dibujado tanto, puede provocártela en el rostro.
Cuando pegue el sol sobre alguna silueta, dibujá las sombras con marcador, es otra forma de conocer los objetos y su silencio. Lo que callan, lo que guardan.
Sacá a pasear tu block, tus telas, tus fotos, tus objetos. Todos merecemos paseos. Intercambio de aire, encuentros con paisajes, sentirnos atravesados.


Andrea Gigante.

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